ALIANZA LIMA: MÁS DUDAS QUE CERTEZAS
Por: Eddie Fleischman
Se aproxima el inicio de la ronda de grupos y la Copa Libertadores con una diferencia, para los peruanos con respecto a las ediciones recientes: esta vez se tendrá a tres representantes en competencia. Parece poco ambicioso subrayarlo, pero es inevitable ponderar que ello tan solo, ya implica un avance. Y a propósito de este inicio, es importante hablar de Alianza Lima por dos razones: afronta el grupo más duro de todos y a la vez, es el equipo peruano que, sobre el papel, mejor se reforzó.
En ese contexto preocupa el presente del cuadro íntimo y las declaraciones que su propio técnico, el reconocido Miguel Angel Russo, brindó en días recientes. Cuestionó el técnico la calendarización de los partidos del torneo peruano sobre todo para los equipos que también afrontan torneos internacionales enfatizando que no hay suficiente tiempo para descansar y considerando que su plantel aún está corto. «Yo quisiera sumar tres o cuatro jugadores más. Siempre prefiero mantener un mismo equipo jugando y siento que aún estamos distantes de lo que se pretende» señaló Russo dejando entrever el nivel actual de Alianza lo preocupa seriamente. Y no le falta razón al técnico argentino, si bien los íntimos hicieron incorporaciones importantes -para el medio local sobre todo- también es cierto que hay posiciones en las cuales no logra los rendimientos esperados y ello complica todo el funcionamiento. El elenco blanquiazul ha mejorado en la marca por los laterales con Salazar y Rosell, tiene más contención en la zona central con Cartagena y Tomás Costa; pero le siguen faltando argumentos para imponer su propuesta, tener control del juego y variantes para la generación ofensiva. Parece insuficiente lo que ofrece Luis Ramírez jugando por detrás del 9. Le cuesta recibir perfilado, decidir rápido y en esa posición su traslado excesivo le quita sorpresa al ataque. Por los costados muestran altibajos Quevedo y Rodríguez alternándose con Manzaneda por las bandas y el aporte de los laterales en campo rival es -como en los últimos dos años- aún deficitario. Eso es lo que al menos, ante Cristal, quedó expuesto del subcampeón vigente. Tiene, no obstante, este fin de semana Russo, para terminar de afinar -ante la Universidad César Vallejo- el equipo que debutará frente al campeón River Plate. Ha sido claro también el entrenador de Alianza en exigir mejor juego, rifar menos la posesión de la pelota, sumar movilidad para evitar lanzarla sin sentido por temor a perderla y concentrar esfuerzos en ganar todo lo posible de local. Luego vendrán Inter de Porto Alegre y Palestino de Chile, rivales también complicados. Lo bueno, en cualquier caso, es que Russo tiene claro que el primer rival a vencer es el propio Alianza Lima. No está mal para empezar a construir superando limitaciones propias y ofreciendo su mejor versión. Y claro, más allá de las buenas voluntades, la preocupación del entrenador argentino es también la nuestra.